ya acabó su novela

Suenan tambores de guerra: Estados Unidos es una amenaza para la paz

Publicado: 2020-08-03

Luis Rodríguez 

El último Discurso del Secretario de Estado, Michael R. Pompeo sobre "LA CHINA COMUNISTA Y EL FUTURO DEL MUNDO LIBRE", es una declaratoria de guerra para la paz mundial.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, en su reciente discurso pronunciado en la biblioteca presidencial y museo Richard Nixon, hace una alegoría sobre la "libertad" y el peligro que se cierne sobre el "mundo libre", por el crecimiento incontrolable de la economía China; preparando el escenario para un posible enfrentamiento económico y militar.

Las expresiones de Pompeo marcan la línea política, económica y social, que otro enfermo desde la Casa Blanca digíta para el mundo y estas graves amenazas nos merecen un análisis más profundo.

Pompeo se ha convertido en el interlocutor válido de "la bestia de la casa blanca". Atrás quedaron las sucias tareas al frente de la CIA, los grandes banquetes con los tiranos sauditas de las monarquías más represivas del mundo, los complots golpistas y los escuadrones de la muerte en territorios extranjeros; hoy se ha convertido en el predicador de la gran guerra.

Trump ha hablado por boca de Pompeo para expresar el temor del crecimiento vertiginoso de China, "y la amenaza que significa para nuestra economía, para nuestra libertad y, de hecho, para el futuro de las democracias libres en todo el mundo".

"El Presidente Trump ha dejado muy claro, que necesitamos una estrategia que proteja la economía estadounidense y, de hecho, nuestra forma de vida", ha señalado Pompeo.

"Si queremos un siglo veintiuno libre, el viejo paradigma de mantener relaciones ciegamente con China, debe ser reemplazado por una estrategia para garantizar que el mundo libre triunfe frente a esta nueva tiranía".

Sin lugar a dudas, la "China comunista" le quita el sueño a la Schutzstaffel norteamericana, que viene preparando nuevas estrategias guerreristas para garantizar la libertad de los "buenos" democratas, contra los "malos" comunistas.

"El mundo libre debe triunfar sobre esta nueva tiranía" ha señalado el Secretario de Estado, hoy convertido en el nuevo Heinrich Himmler de Trump, que desembozadamente, sin un ápice de cordura, vomita un lenguaje hostil, facho, descarado, que pone en evidencia la psiquis de un hombre enfermo con hambre de guerra.

OBAMA-TRUMP, más de lo mismo

Después de más de medio siglo de relaciones entre EE.UU. y China, que comenzara con el acercamiento entre Nixon y Mao en 1972, bajo el estratégico objetivo de formar un bloque contra la Unión Soviética; las declaraciones demagógicas y absurdas del Secretario de Estado, no hace sino confirmar el viraje de la política norteamericana a nuevas formas autocráticas de gobierno.

La crisis generada por la pandemia que ha profundizado las grietas de la economía social y política del país del norte, empuja a Trump a buscar en el exterior, las excusas de su ceguera e incapacidad presidencial.

Por su parte el editorial del New York Times, respalda las políticas agresivas del Gobierno de Trump contra China, resaltando la violación sistemática de los "derechos humanos" de la población de Hong Kong y las acusaciones infundadas de espionaje y robo de propiedad intelectual, así mismo alienta la "lucha" por los "derechos democráticos" en Hong Kong, el Tíbet y Xinjiang, garantizando con sus fuerzas marítimas que bajo la "libertad de navegación" se preparan a patrullar las costas meridionales chinas.

No olvidemos que Obama convirtió el mar de China Meridional, en un foco de conflicto global, alentando a los vecinos de China a reclamar sus "derechos marítimos".

No nos engañemos, ambos mandatarios obedecen los planes geopolíticos trazados por los grupos de poder de Washington. Trump continua el legado de Obama de seguir acumulando pertrechos militares en todo Asía, con la mira puesta en China, que a su vez consolido su control de los islotes del Mar territorial como soporte estratégico de sus bases importantes.

Lo que Pompeo ha dejado translucir en su mensaje virulento, es que "si China no colapsará como sucedio con la Unión Soviética, entonces se necesitaran métodos más agresivos y forzosos", más claro ni el agua.

Por otra parte, Joe Biden, candidato presidencial demócrata, criticó a través Times, vocero de la casa blanca, la incapacidad de Trump de no formular una estrategia comprensiva para tumbar al régimen chino. Es decir, el mismo criterio imperial.

La política exterior de los EE.UU., son una amenaza para la paz mundial.

Lo cierto es que el tema de China en la coyuntura electoral estadounidense, representa los intereses en juego de imperialismo y la amenaza que representa el gigante oriental, para retener su dominio global.

Por ello no tienen mayores argumentos que envenenar a la opinión pública con las viejas artimañas de la calumnia, la mentira y acusaciones infundadas como la de culpar a Beijing por la pandemia, sin poner de manifiesto su negligencia e incapacidad para enfrentar a este enemigo invisible.

Sin duda alguna se avecinan tiempos peores que los vividos por la pandemia, pues una guerra entre estas dos potencias, arrastraran en forma inevitable al mundo entero.

Por su parte el presidente chino, Xi Jinping, ha ordenado a su Ejército estar listo para el peor de los escenarios.

Dios nos agarre confesados.


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